El 4 de Junio, el Secretario General de las Naciones Unidas (ONU) Ban Ki-Moon autorizó una investigación externa e independiente para examinar la respuesta de la ONU frente a un informe interno detallando el abuso sexual de menores cometido por tropas francesas y africanas desplegadas en la República Centroafricana (RCA) para mantenimiento de la paz. Sin embargo, esta autorización llegó un mes después de que salieran las noticias sobre el abuso sexual de menores y después de que muchos gruposde derechos humanos criticaran fuertemente a la ONU por su incapacidad de investigar adecuadamente el caso y condenar los supuestos hechos.
A pesar de la larga espera, la declaración de las Naciones Unidas es bienvenida y necesaria para restaurar la credibilidad y confianza en la organización encargada de proteger y salvaguardar los derechos humanos en todo el mundo. La ONU debe aprovechar esta oportunidad para limpiar su imagen y ser transparente, en lugar de ser refugio para autores de abusos atroces.
Según la organización no gubernamental Aids Free World y el periódico The Guardian, el informe – al cual ambas organizaciones tenían acceso – provee amplio detalle gráfico de los abusos sexuales cometidos contra menores de entre 9 y 15 años de edad. El abuso ocurrió en un centro para personas internamente desplazadas en Bangui, la capital de la RCA. Los abusos incluyen violaciones y sodomías que se llevaron a cabo entre Diciembre del 2013 y Junio del 2014, y que fueron cometidos por las fuerzas de mantenimiento de paz de Francia, Chad y Guinea Ecuatorial, antes del despliegue de la misión de paz de la ONU “MINUSCA”. Los actos abusivos se llevaron a cabo a cambio de comida o dinero.
Mientras que las autoridades francesas no tardaron en reaccionar ante el informe - pusieron en marcha una investigación y se comprometieron a tratar seriamente a quienes fueran hallados culpables – el gobierno del presidente Obiang en Guinea Ecuatorial se ha mantenido vergonzosamente en silencio.
Además de la falta de reacción ante el escenario mundial, no hay medios de comunicación independientes en Guinea Ecuatorial. Por lo tanto, el pueblo de Guinea Ecuatorial permanece completamente desinformado sobre las acciones escandalosas dirigidas hacia menores cometidas por sus soldados durante una misión de mantenimiento de paz en un país vecino.
Ante las graves acusaciones de abuso sexual infantil hechas contra soldados ecuatoguineanos, el presidente Obiang, quien no ha escatimado ningún esfuerzo ni riqueza para cultivar una imagen como un líder africano cuidadoso y unificador, debe responder de inmediato mediante la institución de una investigación exhaustiva e imparcial para determinar responsabilidades y castigar a los responsables de acuerdo con la ley.
El gobierno de Guinea Ecuatorial también debe poner urgentemente en marcha las medidas necesarias para garantizar que estos abusos no vuelvan a ocurrir. Las medidas deben incluir:
- Asegurar que el personal que participa en las misiones de mantenimiento de paz reciba una formación rigurosa en materia de derechos humanos, especialmente en el área de protección de menores, antes del despliegue.
- Asegurar que el personal que será desplegado sea investigado a fondo, excluyendo a aquellas personas con antecedentes penales o que hayan sido sancionadas, incluso por delitos sexuales, violaciones de derechos humanos u otros actos delictivos.